lunes, 7 de febrero de 2011

LA REVOLUCIÓN DE LA RIQUEZA ( Autores: Alvin Toffler y Heidi Toffler)

INFORME GERENCIAL
POR:
LIC. ALARCÓN TAMBO JESSICA
Docencia Universitaria.     Aula: 504

Los futurólogos Alvin Toffler y Heidi Toffler, dedicaron 12 años de su vida en la elaboración de esta obra, Toffler predijo que vendría una era de información, una aceleración del cambio tecnológico y muchos cambios sociales. Toffler dice, que ahora con Riqueza Revolucionaria, cada vez se llevarán a cabo más transacciones económicas sin intercambio de moneda, nos dice: que hay una gran interacción entre la economía no monetaria y la economía monetaria y debemos de entender que estas dos economías son parte de un sistema de riqueza único, en el que ambas partes intercambian valor una y otra vez.
En su obra La revolución de la riqueza, reflexionan sobre los cambios que está experimentando la sociedad del conocimiento, ya que estamos en presencia de una nueva forma de generar riqueza, con características propias y distintas a la de la sociedad industrial. Exponen por un lado, la forma de obtención de la riqueza en la economía industrial, fundamentada en la mano de obra y la generación masiva de mercancías, y por otro lado su paso a la del conocimiento, asentada en el trabajo de la inteligencia. Según los autores, se han presentado tres grandes sistemas de creación de riqueza:
·         La primera ola, el hacer crecer cosas
·         El segundo, en fabricar cosas
·         El tercero, basado en el conocimiento, el pensar, saber, experimentar y servir.
Esta obra consta de 10 partes (50 capítulos); la primera parte va a conceptualizar la revolución de la riqueza, la segunda parte trabajan los fundamentos profundos; la tercera parte  reordena el tiempo; la cuarta parte, el espacio y sus dimensiones; la quinta parte, la confianza del conocimiento; la sexta parte, comenta el prosumo, es decir todas las actividades que se realizan cotidianamente, sobre los cuales no se recibe un salario y que van modificando a la economía monetaria; la sétima parte, aborda la decadencia del sistema capitalista actual; en la octava parte, se proyecta al futuro posible; la novena parte trata del aumento de la pobreza mundial, como resultado de todos estos cambios a los que estamos expuestos y la décima parte, nos habla de la nueva tectónica, narra la situación por la que transita Estados Unidos, Japón, China y Europa.
Para Toffler, esta revolución de la riqueza, se va a sustentar y va a construir sus cimientos en los tres fundamentos profundos: El tiempo, el espacio y el conocimiento.
     El tiempo, consideran los investigadores, puede ocasionar crisis severas en Estados        Unidos, China y Europa, por el efecto de desincronización. Esto significa que en el impulso hacia el avance económico las instituciones básicas de cada país se desarrollan a un ritmo no acorde con las necesidades de la economía del conocimiento. Por tanto, no existe una sincronización en el acoplamiento de las organizaciones a los cambios de la tercera ola. Los cambios en las instituciones se observan en el tiempo, espacio y conocimiento. El primero está modificando su concepción, se está cruzando hacia productos y mercados personalizados. Un ejemplo es el trabajo pagado por proyecto concluido o cualquier condición no basada en el tiempo. La medida del valor del trabajo pasa a ser el conocimiento, que sustituye en forma paulatina a la jornada de ocho horas.
Un ejemplo es el trabajo pagado por proyecto concluido o cualquier condición no basada en el tiempo. La medida del valor del trabajo pasa a ser el conocimiento, que sustituye en forma paulatina a la jornada de ocho horas.
Alvin & Heidi Toffler grafican este fenómeno imaginando una carretera en la que los vehículos representan el ritmo al que se mueven, actualmente, las diferentes instituciones. Según ellos, las empresas lo hacen a 160 k/m. La sociedad civil, es decir, las demás organizaciones intermedias -lícitas e ilícitas existentes entre la familia y el Estado, incluidas la amplísima gama de organizaciones no gubernamentales (ONG’s), lo hacen a 140 k/h. Más atrás, a 100 k/h, circulan las familias. A un cuarto de la velocidad de las empresas, 40 k/m se mueven las burocracias y agencias de gobierno. A solo 10 k/h avanzan los organismos internacionales gubernamentales. Aún más lento, a 5 k/h, las instituciones políticas y, casi detenido, el sistema legislativo. En general, se está abriendo una cuña entre los tiempos del sector privado y los del sector público empeorando las relaciones entre ellos y haciendo crecer la disfuncionalidad de las instituciones.
El espacio, Alvin y Heidi Toffler, señalan que: A medida que cambia nuestra relación con el tiempo, también cambia nuestra relación con el espacio, el lugar donde funcionamos, los criterios por los que los elegimos y las formas en que los vinculamos entre sí. Los Toffler afirman que, nuestra dimensión espacial es a lo menos mundial y en un continuo y acelerado proceso de cambio.
El conocimiento, es el tercer fundamento profundo de la producción de la riqueza. Los autores parten del reconocimiento de que éste ha estado presente en todas las formas históricas de generación de riqueza, pero que en la sociedad del conocimiento tendrá mayor incidencia que en ninguna otra. Nunca antes en la historia de la humanidad el conocimiento habrá sido el factor fundamental de la riqueza. Curiosamente, según Alvin y Heidi Toffler, esto es precisamente lo que no se hizo en EE.UU. luego del “Septiembre 11” con la creación del Departamento de Seguridad Nacional, “Este departamento de nivel ministerial y de gran presupuesto amalgamó a veintidós burocracias piramidales existentes para hacer de ellas una sola mega pirámide. La institución resultante es gigantesca, vertical y jerárquica, con innumerables unidades en mutua competencia y tiene que dar apoyo y conectarse con decenas de miles de burocracias municipales y estatales menores”. El problema es que ésta mega estructura tendrá que lidiar con actores como por ejemplo las organizaciones terroristas que están pensadas para eludir las burocracias propias de la era industrial y estructuradas conforme a modalidad propia de la era del conocimiento.
Otra idea desarrollada por Alvin y Heidi Toffler es la conocida ley del conocimiento obsoleto. “A medida que se acelera el cambio, también lo hace la velocidad a la que se acumula conocimiento obsoleto”. Esta ley es de suma importancia para la inteligencia estratégica por cuanto significa que la vida útil del conocimiento es cada vez más corta, y que su difusión debe ser cada vez más rápida.
El último aspecto que se desea comentar respecto al conocimiento como elemento profundo de la revolución de la riqueza y la inteligencia estratégica es el hecho que cada vez un mayor número de empresas no están preocupados de generar bienes y servicios, sino que en realidad, en la comercialización de la “serie de emociones, ideas y creencias, que transmiten sus marcas”.
           El análisis de esta obra nos invita a reflexionar sobre el mundo que nos rodea y los cambios que se avecinan, nos habla del futuro de la riqueza visible e invisible, una forma revolucionaria de riqueza que redefinirá nuestras vidas, nuestras empresas y el mundo, que se nos echa encima a toda prisa.
Concluyo mi informe, con una pregunta que le hicieron a Alvin Toffler, en una entrevista:
Usted dice que la educación ha fracasado al no poder pasar de la Era Industrial a la Era del Conocimiento, ¿la educación en casa será la solución?  Responde:

Si. Será una importante característica de la economía no monetaria. Los padres lo harán porque el mercado no ofrece lo necesario. Piense en como aprendimos a utilizar las computadoras. Nadie aprendió eso en las escuelas.

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