miércoles, 16 de febrero de 2011

El Profesor Universitario en el Siglo XXI

EL PROFESOR UNIVERSITARIO EN EL SIGLO XXI


En estos últimos años nos hemos podido dar cuenta de que la Universidad no mantiene ninguna vinculación con la realidad socio-cultural y económica del país. La universidad moderna está lejos de poseer una comunidad académica estable, libre de interferencia externa y dedicada a la persecución, preservación y diseminación del conocimiento. Muy por el contrario los problemas y el conocimiento están globalizados. La universidad no solo debe atender los problemas locales y nacionales, sino ha de orientarse a una internacionalización del aprendizaje y de la investigación.
El lenguaje está cambiando, ahora se habla de acceso, módulos, tecnología, competencias, competitividad, clientes, etc., cuando antes se hablaba de materia, clase magistral, estudiantes, asignaturas, etc. Pero se trata d mucho más que de cambiar palabras, si se quiere que la universidad mantenga el protagonismo. Es necesario revisar las funciones de la universidad, sus formas de organización, el sentido de la docencia y el protagonismo del profesor entre otras cuestiones.
El papel estratégico que se les asigna a los profesores es algo incuestionable. La actividad del profesor queda ligada al contexto donde actúa y a las tareas que realiza. Pero el papel del profesor se habrá de redefinir de acuerdo a las nuevas necesidades que se plantean y deberá tener en cuenta:
  1. La calidad de la educación, que le obligará a tener una posición clara respecto a la calidad de la enseñanza. Seguramente deberá rediseñar los programas y orientarlos flexiblemente de cara a incorporar demandas futuras.
  2. Las nuevas exigencias curriculares. Un desarrollo más practico de las enseñanzas en los primeros cursos.
  3. La consideración del estudiante como usuario, que obliga a considerara sus necesidades, conocer sus procesos de aprendizaje y respetar sus derechos.
  4. Compartir perfiles diferentes. En el caso del docente universitario se hace cada vez más evidente la necesidad de combinar el papel de docente, investigador y gestor.
Todos estos factores contribuirían a conseguir una educación de autoestudio, tutoría, trabajo, evaluación, satisfacción.
El rol de los profesores debe estar más enfocado al aprendizaje que a la enseñanza, centrándose en enseñar para comprender, en promover el aprendizaje autorregulado o el logro de la autonomía moral  intelectual y en promover el aprendizaje cooperativo. ( Mingorance, 2001)


Denisse Blanco Olivos
UCV – Maestria en Docencia Univesitaria
Aula 504

No hay comentarios:

Publicar un comentario